La Educación Libre tiene definiciones en diversas partes del
mundo, y puede ser entendida de muchas formas. La esencia de la educación libre
es respetar el proceso de desarrollo humano, confiar en la vida y en la
posibilidad de que el hombre puede construirse a sí mismo. Partiendo de esta
base, los proyectos de educación libre se caracterizan por acompañar a los
niños en este proceso, hacer propuestas y dar el ambiente necesario, pero con
la idea principal de la no-directividad, es decir, no interferir en la toma de
decisiones, ni dirigirla. Esto se traduce en dejar al niño ser.
Actualmente, la Educación libre
está siendo un movimiento muy vivo en toda Europa, apareciendo cada vez más
proyectos educativos que parten de esta corriente. En España, frente a la
crisis educativa endémica que padecemos, es más clara que nunca la necesidad de
un cambio profundo en el sistema educativo. En este sentido cada vez son más las iniciativas basadas en
la Educación libre.
Los casos en que ha estado más cerca de ser aceptada es Paideia, una
escuela libertaria de Mérida que lleva 30 años funcionado y que ha conseguido
que le validaran la educación infantil pero no la primaria y la secundaria y O
Pelouro una escuela libre gallega que
también lleva 30 años funcionando. Recientemente también ha habido una escuela
pública llamada El Martinet en Ripollet
(Barcelona) que ha recibido fondos para ser una escuela de innovación
pedagógica y ha incorporado una metodología muy próxima a la educación libre.
Aquí os dejo un vídeo donde se puede ver como se aplica la
Educación Libre en un colegio de Soria:
¿Los maestros van a seguir
existiendo? ¿Las nuevas tecnologías van a devorar esta profesión porque permiten
a los niños aprender por sí mismos? Estas son algunas de las preguntas que se nos
propone en el episodio 10 de Buenas Ideas TED de la 2 (TVE). Preguntas que han
encontrado respuestas en los sorprendentes experimentos realizados por el hindú
Sugata Mitra, que ha concebido un revolucionario proyecto denominado Escuela en
la nube. En este episodio contamos también con la opinión de Jordi Adell,
director del Centre d'Educació i Noves Tecnologies (Universitat Jaume I de
Castellón).
El investigador en educación Mitra Sugata ha revolucionando el proceso de enseñanza-aprendizaje basándose en la práctica autodidacta. Uno de sus experimentos más célebres es el realizado en 1999, cuando colocó un ordenador en un muro, lo conectó a Internet y se sentó a observar quién lo usaba. Sugasta se llevó una gran sorpresa al observar que los primeros en acercarse fueron los niños.
Fue así como comenzó su proyecto “Agujero en el Muro” como un experimento que intentaba responder a una pregunta muy sencilla: ¿pueden los niños aprender a usar un ordenador por sí mismos? Esto lo llevó a comprobar que los niños son capaces de aprender por sí solos, sacar mejores calificaciones en sus materias y aprender sobre nuevos temas, incluso en otro idioma. El experimento procuraba probar que los niños podrían aprender de los ordenadores con mucha facilidad sin ningún entrenamiento formal. Desde entonces el experimento ha sido repetido en muchos lugares, estableciendo más de 23 quioscos en la India rural y en 2004 también fue usado en Camboya.
El Dr. Mitra quien ahora es profesor de Tecnología Educativa en la Universidad de Newcastle (Reino Unido), lo llama "La educación mínimamente invasiva". Recientemente el profesor expuso en el escenario de TED 2013 su deseo de diseñar La Escuela de la Nube, un laboratorio de aprendizaje en la India, donde los niños puedan explorar y aprender unos de otros a través de tutorías en la nube.
Por su parte, Jordi Adell comenta en este episodio que la pedagogía del siglo XXI se está
inventando ahora. Las tecnologías suponen desafíos para los métodos didácticos,
pero a fin de cuentas se intenta que “los caballos sean la pedagogía y el carro
sea las tecnología”. Se ha de procurar poner la tecnología al servicio de
objetivos e intereses didácticos, no usar tecnología por usarla, es decir por
deslumbrar a los padres o a la administración educativa.
"Lo verdaderamente revolucionario es poner la tecnología
en manos de los niños para que hagan cosas, para que creen, para que se
expresen", comenta Adell. De hecho, hay una expresión americana “do it
yourself” que traducida significa “háztelo tu mismo”. Lo que no es tan
revolucionario es seguir con las ideas tradicionales del maestro y poner la
tecnología a su servicio. Además, añade que en lugar de desarrollar cosas, hay
que conseguir desarrollar capacidades. La competencia más importante que
podemos enseñar es "aprender a aprender"
Este autor sostiene que el profesor que sólo transmite
hechos, dicta y está en la pizarra puede ser sustituido por un ordenador y una
cámara de video. Hay una estrategia que consiste en grabar pequeños vídeos de
conceptos de unos 10-15 minutos que los alumnos ven en casa y van a clase a
hacer lo que se puede hacer mejor cuando estás con otra gente, que es juntarse
en pequeños grupos y resolver problemas o plantearle dudas al profesor. El
aprendizaje no se puede reducir al mundo virtual porque no sólo enseñamos
conceptos, sino que educamos a los niños en la escuela fomentando actitudes,
sirviendo de modelos…
Como aspectos negativos de las tecnologías, Adell encuentra
que son un fiel reflejo de lo que es el mundo, de lo maravilloso que hay en el
y de lo horrible, por lo tanto, hay peligros en las tecnologías y a los niños
hay que protegerlos de esos peligros. No prohibiéndoles el acceso, sino
educándolos para vivir en un mundo que es cada día más complejo y posiblemente
diferente al de sus padres.
En conclusión, si tenemos la suficiente curiosidad, los
seres humanos somos capaces de aprender por sí mismos. Ahora bien, aunque puede
que desaparezca la figura del profesor que lo sabe todo, sería apropiado seguir
contando con esa figura como orientador.