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miércoles, 11 de diciembre de 2013

BLIJ: La dramatización, eje de la expresión dinámica.

Para la realización de mi práctica he escogido un artículo de Juan Cervera Borrás, un profesor de escuela universitaria de formación del profesorado de E.G.B., titulado La dramatización, eje de la expresión dinámica.
A lo largo de este artículo se expone como se intentó introducir en la E.G.B. la música, el movimiento y la dramatización. No obstante, Juan Cervera nos muestra las incongruencias que en su día se produjeron en la redacción de dicha ley de educación (E.G.B.) y cómo en la práctica se priorizó la música, más concretamente el dominio de la flauta dulce, y cómo se limitó la dramatización a la realización de mimos y expresión corporal.
El autor habla de una confusión entre escenificación y dramatización, cuando en la segunda parte de E.G.B. se habla de iluminación, vestuario, juego de luces… Contenidos demasiado concretos y propios de una escuela especializada en artes escénicas.
Personalmente, tras la lectura de éste artículo y teniendo en cuenta mis vivencias personales, parece que los principios pedagógicos que se expusieron en su día a través de la E.G.B han derivado en leyes posteriores con el total olvido de la dramatización. Digo esto porque hoy en día se mantienen las asignaturas de música y educación física, dónde se continúa dando importancia al ritmo, el dominio corporal y pequeñas expresiones corporales; olvidando del todo la creatividad y el hecho de meterse en la piel de otra persona al dramatizar.
Bajo mi punto de vista, la idea inicial fue buena, no obstante, se termina olvidando la capacidad de dramatización para lograr la empatía hacia otros; y algo más difícil aún, hacia el hecho de plantearse una situación comunicativa concreta a través de un texto, matizando sensaciones, sentimientos y la creatividad que tanto se menciona en el documento que expone los principios de la EGB y que, posteriormente, tal y como parece, no se llevaron a la práctica.

En mi humilde opinión, no seré quien diga que  se deba instaurar la dramatización como asignatura en sí, pero sí que  debería tener cabida en las aulas actuales (en edades en las que se haya superado el egocentrismo) como medio para trabajar la expresión oral y corporal, la capacidad de empatizar e imaginar una situación concreta y la incentivación de la creatividad e imaginación en el alumnado.

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